PICOS

Comencemos con uno agradable y en pareja -no necesariamente- y no es otro, que el pico que uno recibe/da de/a alguien especial, como se entenderá lo asociamos al ósculo. Por dificultades de movilidad se estableció el pico y placa, porque a propósito, en las horas pico, el caos vehicular sí que incomoda y perjudica. En tiempos de pandemia lo hemos retomado con pico y cédula, pico y género, pico y niños -falta el pico y mayores de 70- y sin picos ricos por miedo al contagio. La curva de contagios del covid-19 tiene su pico, y la esperanza de aplanarla para poder salir sin mayores riesgos. Por el momento nos toca con el pico cerrado, no hablar más de la cuenta, porque en pico cerrado no entra virus. -usar tapabocas- Saber cuándo y cómo decir las cosas en Colombia es necesario, porque si uno abre el pico a denunciar lo indenunciable le pueden cerrar el pico para siempre. Aquí la cosa es tan fregada que desde la pico-ta y otras, se toman determinaciones.

Pero bien, no sólo de estos picos vive el hombre. Están los picos rectos, curvos, duros y blandos de las aves; los picos altos como el de Colón y el pico de Bolívar, entre tanto sistema montañoso; los pico y pala con que trabajan nuestros campesinos. En tiempos de coronavirus los precios ya cuestan tanto y pico, un pico largo, más que en pre-pandemia. Ahora para evitar el contagio nos toca a pico de botella y, tener cuidado con los tiempos de salida porque si nos dan las 4 y pico en toque de queda, nos podemos ganar un comparendo, que cuesta como 900 y pico pesos. A propósito, me hallé a un pico a pico entre autoridades y una paisana, y vaya vaya, !qué pico el de la señora!. Y si de educación remota se trata -no virtual- quizás la pandemia permita que un estudiante no necesite más de tres y pico para pasar la asignatura. Quiera Dios sea así y la maestra se gana un pico en el tapabocas. De lo contrario el estudiante exclamaría: ¡me eché el año al pico!

En la gastronomía de confinamiento, con un buen ají me pico y con un refresco me despico, porque entre otras cosas, con la forma como aprendí a cocinar, a todos me los echo al pico, es decir pan comido. Otro pico, además de los costosos servicios públicos, son los picos de corriente. Y, nos corresponde ser más decididos, porque eso, de que pico aquí y luego pico allá, no da resultados; nos toca estar más enfocados. Bueno, escribo, porque echando a pico, perdón a pique, se aprende.

Very cordiallly