CON LOS DEDOS
- mikearcos
- 26 feb 2021
- 3 Min. de lectura
Me referiré por ahora a lo que se puede “hacer” con los que tienen huesos del carpo, huesos del metacarpo y falanges; que corresponden a los nombres de meñique, anular, corazón/medio, índice y pulgar, de las manos izquierda y derecha. Además del agarre y utilización para labores y tantas funciones anatómicas y mecánicas, haré hincapié en los “usos sociales”, como el de señalar, para lo cual, a pesar de ser mala educación, se usa el índice; el pulgar levantado y los demás encogidos para aprobar, afirmar, o celebrar; en la desaprobación o derrota el pulgar se dirige hacia abajo. Para cuando hay negación se cruzan los dedos índices de las dos manos (cruz) -como un aléjate satanás-;. Hablando del pulgar, con su gemelo, se usan para aniquilar las pulgas; los dedos todos, juntando las manos, yema a yema, se usan para orar o agradecer. Con el puño cerrado y el dedo corazón sobresaliendo se suele dar un coscorrón. Los dedos a la hora de contar son una excelente sumadora; si los estiramos todos son cinco o diez, lo mismo que con la mano cerrada en basquetbol. Cuando deseamos que las cosa salgan como queremos se monta el dedo corazón sobre el índice. Y si queremos que las cosas se hagan rápido chasqueamos los dedos: pulgar, corazón y anular, que también con frecuencia con ambas manos se utilizan para marcar el ritmo, como castañuelas; claro con los de ambas manos y juntos le damos al timbal. Nada de mensajes bélicos ni armamentista, pero si dejamos el dedo corazón erguido y el anular e índice encogidos quedamos haciendo pistola, queriendo dar un mensaje negativo a una situación determinada; claro también nos “armamos” con el puño cerrado y pasando el pulgar entre los dedos corazón e índice. Para señalar victoria o declarar amor y paz, hacemos la uve con los dedos índice y medio; pero si la uve se forma entre los dedos anular y corazón ya es el saludo vulcano; si juntamos las yemas de los cinco dedos de una mano, estamos significando un montón y si en esa posición los agitamos, identificamos al caído del zarzo. Si juntamos el índice y pulgar manteniendo los demás erguidos estamos trasmitiendo aceptación. Juntando las yemas de los dedos de una mano contra las mismas de la otra mano resultamos haciendo estiramientos; las yemas también se usan para masajear y relajar. Aunque no es estético ni higiénico, como taladros un dedo va al oído y otro a la nariz; y si vas al urólogo, el médico te hace un tacto anal y avanzando el dedo índice, un examen para saber el estado de la próstata. Ah! en la yema de un dedo se chuza para muestra de sangre y el dedo se coloca en el oxímetro para conocer la saturación de oxigeno en la sangre. En la pareja, los dedos también tienen su oficio: por ejemplo, para colocar el anillo de compromiso o la argolla de matrimonio y más adelante en la terapia de la intimidad. Si colocamos los dedos corazón e índice de una mano debajo de los ojos estamos señalando que los tenemos en la mira y, si me coloco el dedo índice en la frente entonces estoy recordando o pensando. Cuando se trata de una apuesta entrelazamos los dedos meñiques con la contraparte y partimos.
En fin, con los dedos se hace magia, se forman figuras en contra luz; los dedos son protagonistas en el lenguaje de señas de los sordos, lo mismo que en el Código Morse y, ni se diga en el Alfabeto Dactilológico Internacional en donde los dedos y sus posiciones hablan y se comunican.
Ahora entrecruzaré los dedos de ambas manos para, reflexionar sobre lo que acabo de escribir…
Very cordially
Comments