AMNESIA
- mikearcos
- 8 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Esa “pérdida de memoria” de hechos, acontecimientos, información, experiencias de tantas que vivimos, lamentablemente, más de las malas que de las buenas, tiene al país sumido en problemas sociales y económicos delicados, -tal vez de la historia-. Somos de memoria a corto plazo y aceptamos no recordar todo lo que ocurre a nuestro alrededor, permitimos que las cosas sigan pasando sin soluciones, nos hacemos los de la oreja gocha y, eso está muy mal y nos tiene extrapolando a lo peor. “no puede ser el cuervo más negro de sus alas” es una expresión que gritamos los optimistas, pero con el paso del tiempo experimentamos decepciones, desesperanzas y frustraciones. “que falla llave” es el cierre que acostumbro a hechos cortos y negativos, de los tantos que ocurren en Colombia. La pregunta del millón, como suelen llamar: ¿será posible que la amnesia nos ocupe, en tiempos de pandemia? ¿Será que el virus, acompañado de la indisciplina y la irresponsabilidad nos condena a un rebrote? ¿será que no tendremos conciencia para atender las recomendaciones y protocolos que aún nos corresponden? Pues para quienes olvidamos con facilidad, les estamos refrescando que el confinamiento se acabó; pero, la pandemia sigue latente. El enemigo invisible está vigente y seguimos en peligro de contagio y hasta más. -por lo menos hasta la vacuna -. El tapabocas, el lavado de manos y el mismo distanciamiento social, son requerimientos importantes, si es, que no queremos exponernos al coronavirus. Problema de toda la comunidad.
El ser humano es sociable por naturaleza, pero en un acto de conciencia, no nos queda otra que evitar las aglomeraciones y atender las recomendaciones preventivas. Y aún teniendo estos cuidados y protocolos, se prevé que al finalizar el año tengamos unos 2 millones en el mundo y 44 mil de muertes en Colombia por el covid-19. -imaginemos sin ellos-
De otro lado, con la cuarentena universal, se dice que el planeta respiró, los animales silvestres y salvajes salieron de su refugio y se dejaron ver en aldeas, caminos, vías y ciudades; los océanos, mares y ríos recobraron sus bellos colores naturales; en las playas no se registraron desórdenes ni desechos. Lamentablemente y volviendo a la facilidad del hombre para olvidar, se ha vuelto a la desidia humana para mantener los comportamientos y cuidados ecológicos y ambientales que necesitamos para tener un planeta azul, sostenible, sin calentamiento global y sin los riesgos de aniquilarlo en el tiempo -corto. por cierto-. Definitivas son muchos los "olvidos" del hombre, que en sus emociones y vivencias dejan en lo más recóndito de su ser, lo vivido y, no recuerdan las experiencias para reflexionar y cambiar en aras de mejorar calidad de vida y el goce de vivir en condiciones dignas que todos nos merecemos, legando un ambiente sano para los niños, niñas y jóvenes del momento, la generación de la pandemia, que de echo ya está afectada por todo lo que le ha tocado vivir, sin estar preparados, además de no saber, qué esta pasando y menos sus consecuencias. Les tocó educación remota y algunos virtual; pero compartir lo bueno, lo malo y lo feo de sus compañeros y docentes ¿quién se los puede devolver? Ojalá los problemas mentales no sean extremos para los millones de escolares que “hacen” de todo en su casa: lo de la casa y lo del colegio: evaluaciones, reclamos, recreos, deporte, oración, reflexión, juego, peleas, risas, sentimientos, amores, desamores, regaños, y “aprendiendo” no sólo de sus maestros sino de sus compañeros y de las irremplazables experiencias sociales, de escuela, colegio y universidad.
Very cordially
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